Dos nómadas digitales residentes en El Salvador han dado el puntapié inicial para la adopción de Bitcoin en la pequeña ciudad montañosa de Berlín.
- MARK MARAIA AND HELIAND
- 10 DE ENERO DE 2024
Por el número de comercios que aceptan bitcoin en Berlín, podría pensarse que este artículo trata de la capital alemana. Sin embargo, se trata de un pequeño y pintoresco pueblo de montaña en El Salvador con una población de 20.000 habitantes.
Cómo se ha conseguido que más de 100 comerciantes acepten bitcoin en un periodo de 6 meses es una interesante historia de persistencia, pasión y creencia en bitcoin. También es la historia de una zona cuyos habitantes estaban orgullosos de su hermosa ciudad. Puede que la ciudad alemana tenga muchos más habitantes, pero la menos conocida Berlín tiene cada día muchos más bitcoiners que su ciudad homóloga, mucho más conocida.
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Dinero mágico de internet
Todo comienza con Gerardo Linares y su novia Evelyn Lemus, quienes trabajaban como nómadas digitales en El Salvador para empresas estadounidenses durante 10 años, antes de descubrir bitcoin. Ambos son salvadoreños y oyeron hablar de bitcoin por primera vez cuando el país lo designó moneda de curso legal en junio de 2021.
Como muchos de sus compatriotas, sintieron curiosidad por el bitcoin tras el anuncio y empezaron a acudir a meetups en San Salvador y El Zonte para aprender más sobre este “dinero mágico de internet”. Como tantos, se descargaron el monedero Chivo y cobraron sus 30 dólares en bitcoin en septiembre de 2021, cuando entró en vigor la ley. Cuanto más aprendían sobre esta nueva red monetaria digital global que permite que uno mismo sea su propio “banco descentralizado”, más les gustaba.
Se dieron cuenta de que tener bitcoin como moneda de curso legal en su país atraía a muchos visitantes de afuera y a turistas que eran bitcoiners, pero que muy pocos nativos estaban adoptando bitcoin fuera de El Zonte y San Salvador. Ellos quisieron cambiar eso, así que renunciaron a sus trabajos de nómadas digitales y comenzaron un viaje que los llevó a establecerse en Berlín, un pequeño pueblo de montaña a unas 2 horas al este de San Salvador.
Difundiendo el evangelio del bitcoin
Después de aprender más sobre el impacto de Bitcoin y las oportunidades que ofrecía a las comunidades locales, querían que otros salvadoreños también entendieran lo que era Bitcoin. En las primeras etapas de su viaje viajaron a muchas ciudades y pueblos pequeños de El Salvador y nunca perdieron la oportunidad de educar a los estudiantes de las escuelas locales que querían aprender sobre Bitcoin. Finalmente se asociaron con Mi Primer Bitcoin, una empresa de educación sobre Bitcoin que comenzó en El Salvador. Como Cory Klippsten, CEO de Swan Bitcoin, lleva años diciendo: “Educar a la gente sobre bitcoin es comercializar bitcoin”.
Cuando le pregunté cuántas ciudades habían visitado en el país, Gerardo dijo “21”. No estoy seguro de que captara la ironía de su respuesta a mi pregunta, ya que muchos bitcoiners consideran que 21 es un número especial. Uno de los lugares donde dieron clases sobre bitcoin fue en Berlín. Al final decidieron iniciar su esfuerzo por desarrollar una economía circular en esta ciudad de montaña porque los responsables municipales se sentían muy orgullosos de su comunidad y estaban deseosos de atraer turistas a la zona.
Siempre que se quiere que la gente adopte una nueva tecnología, los primeros en adoptarla son los más difíciles, y Berlín no fue una excepción. Al principio, los dos consiguieron incorporar a 17 comerciantes a través de muchas conversaciones individuales y tutorías. Estos primeros comerciantes berlineses estaban abiertos a este nuevo raíl de pago [lightning network] porque querían que el turismo aumentara. Además, otra ventaja que tenían en Berlín era que la mayoría de los comerciantes y tenderos eran tan pequeños que no tenían empleados, lo que significaba que podían hablar directamente con quien tomaba las decisiones in situ. No había empleados interponiéndose en su camino como “intermediarios”. Además, tenían la ventaja añadida de que Bitcoin era moneda de curso legal en su país. Después de la oleada inicial de 17 comerciantes, otros locales se involucraron en el reclutamiento de sus compañeros. Gerardo y Evelyn reconocen el mérito de los locales en el aumento de la adopción del bitcoin. Sin embargo, el éxito no se debió únicamente a Bitcoin. Organizaron proyectos de limpieza apoyados por la comunidad que transformaron la zona y la hicieron más atractiva tanto para los lugareños como para los turistas.
Muchos de los comerciantes y tenderos de Berlín habían oído hablar de Bitcoin y la mayoría conocía su éxito para atraer turistas a El Zonte, que era una pequeña ciudad surfera a 30 minutos de San Salvador y a unas 3 horas de Berlín. Otra ventaja de las tiendas de Berlín era que sólo aceptaban efectivo (El Salvador había dejado de emitir su propia moneda en 2001, momento en el que convirtieron el dólar estadounidense en su moneda de curso legal) y no disponían de ningún método para aceptar pagos digitales, por lo que era menos probable que los turistas los visitaran.
Desafíos y soluciones
Había quienes incluso tenían el monedero Chivo de cuando se lanzó Bitcoin por primera vez, porque ese monedero era necesario para recibir tus 30 dólares en bitcoin de parte del gobierno. Sin embargo, descubrieron rápidamente que el monedero Chivo generaba por defecto un código QR para dólares estadounidenses, pero NO para bitcoin. Había una manera de aceptar bitcoin en el monedero Chivo del comerciante, pero no era la configuración predeterminada y NO era fácil de usar.
Para que la cartera de Chivo aceptara Bitcoin, tenían que hacer una modificación, lo que no era lo ideal. La mayoría de los comercios son pequeños y aún no aceptan NINGUNA FORMA de pago electrónico. Gerardo y Evelyn se refieren a Bitcoin como “dinero electrónico”. Aceptar Bitcoin se convirtió en el método para que estos tenderos y comerciantes entraran en la era digital de los pagos, creando al instante un destino turístico para los muchos bitcoiners que llegaron a El Salvador tras la aprobación de la ley en 2021.
Al principio el éxito fue lento y sólo uno o dos propietarios de tiendas estaban dispuestos a probarlo. Y cuando hacían una venta en bitcoin solían llamar a Gerardo para pedirle que convirtiera el bitcoin a dólares. Sin embargo, muchos han visto cómo el precio del Bitcoin se ha disparado en 2023 y ahora están mucho más dispuestos a conservar su Bitcoin. Gerardo y Evelyn acabaron enseñándoles a utilizar el monedero Blink porque era mucho más fácil de usar que el monedero Chivo y Blink tiene una función de saturación estable que permite al comerciante evitar la volatilidad del Bitcoin.
Sin embargo, conseguir que los comerciantes aceptaran Bitcoin era sólo la mitad de la ecuación porque necesitaban clientes y nadie en Berlín pagaba en Bitcoin. La pareja empezó a invitar a bitcoiners de El Zonte y San Salvador a Berlín. A medida que estos grupos de visitantes, que utilizaban Bitcoin, crecían en tamaño y frecuencia, organizaban comidas y cenas en los restaurantes donde se aceptaba Bitcoin. No pasó mucho tiempo antes de que otros comerciantes se dieran cuenta de que estos grandes grupos acudían a sus competidores que aceptaban Bitcoin.
Primero poco a poco, luego de repente…
Gerardo explicó que, cuando llegaron a un punto de inflexión de unas 50 tiendas, la necesidad de captar propietarios cambió por completo. En ese momento, los comerciantes y propietarios empezaron a preguntarles cómo aceptar Bitcoin. Añadió que “la gente aquí en Berlín está entusiasmada con Bitcoin”. Recientemente, Gerardo y Evelyn abrieron una pequeña oficina en Berlín donde enseñan a la gente sobre Bitcoin de forma gratuita y enseñan a los lugareños que quieren aprender inglés por un módico precio.
No hay duda de que el éxito y el revuelo creado a partir de El Zonte jugaron un papel importante en la adopción de Bitcoin, pero ahora hay más de 100 tiendas y comerciantes que lo aceptan en Berlín, lo que Gerardo estima que representa alrededor de una cuarta parte de las tiendas y negocios de la ciudad.
No sin ironía le sugerí a Gerardo durante la entrevista que Berlín es la “comunidad bitcoin de más rápido crecimiento en El Salvador”. Parecía reticente a hacer esa afirmación, pero así son los hechos. Dejó claro que aún queda mucho por hacer para educar a la población local y desarrollar la economía circular. Me sorprendió saber que tienen un plan estratégico de 15 páginas para convertir su nueva ciudad en un destino turístico mundial, que redactaron antes de empezar. Su objetivo final es que el proyecto sea autosuficiente.
Han sido tan eficaces a la hora de posicionar la ciudad de Berlín en el mapa que si eres un Bitcoiner que aterriza en San Salvador tienes que tomar una decisión: “¿Me dirijo 30 minutos al sur, a El Zonte, o voy 2 horas al este, a Berlín?”. ¿Quiero playa [El Zonte] o montaña [Berlín]?
En cualquiera de los dos casos, habrá muchos comerciantes y tenderos en ambos lugares que aceptarán encantados su Bitcoin. Mientras tanto, el turismo sigue creciendo en El Salvador y las economías circulares surgen en los lugares más insospechados.