El impacto ambiental de Bitcoin está frecuentemente exagerado y debe analizarse con evidencia, considerando también los beneficios que puede aportar al desarrollo de energías renovables y a la eficiencia de las redes eléctricas.
1. Bitcoin consume energía, pero no tanto como se piensa:
- Representa solo el 0,27% del consumo global de energía, menos que la minería de oro o los aires acondicionados residenciales.
- Su energía proviene entre un 28% y 56% de fuentes renovables, frente al 12% promedio en EE.UU. en 2020.
2. La minería de Bitcoin puede beneficiar al medio ambiente y a la red eléctrica:
- Los mineros pueden ubicarse en cualquier lugar y operar de forma flexible (encendido/apagado inmediato), lo que estabiliza la red eléctrica.
- Se puede aprovechar energía renovable desperdiciada, aumentando la eficiencia de parques solares y eólicos.
3. Casos reales como el de Texas muestran avances:
- Empresas como Lancium ya están construyendo plantas energéticas renovables con minería de Bitcoin integrada para mejorar rentabilidad y evitar congestión energética.
4. Bitcoin puede escalar sin consumir mucha más energía:
- Gracias a soluciones como la Red Lightning, se pueden procesar millones de pagos con un solo registro en la blockchain principal.
5. Se han desmentido estudios alarmistas:
- Un estudio ampliamente citado que afirmaba que Bitcoin elevaría la temperatura global fue rechazado por tres publicaciones científicas de Nature Climate Change por su mala metodología.
Reporte sobre Bitcoin y el medio ambiente, original en inglés publicado por www.btcpolicy.org.
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